Descubre el poder que habita en tus caderas

Dhyan
17 oct
4 Min. de lectura

Actualizado: 24 oct

Apertura y movilidad de las caderas: energía, presencia y fluidez desde la raíz

Las caderas son un territorio profundo donde se encuentran el cuerpo, la energía y la emoción. En el yoga, trabajar con esta zona es mucho más que una cuestión de flexibilidad: es una puerta hacia la presencia, hacia la raíz y hacia la capacidad de fluir con la vida. El poder que habita en las caderas no se mide en fuerza o elasticidad, sino en la libertad con la que podemos movernos, sentir y soltar.

Fisiología: el centro del movimiento y la estabilidad

Las caderas son el eje del cuerpo, el punto donde el tronco se une con las piernas, donde se equilibra la fuerza y la movilidad. Su estructura —formada por el ilion, el fémur, el sacro y una red profunda de músculos como el psoas— sostiene nuestra postura, nuestra forma de caminar y hasta nuestra respiración.

Sin embargo, pasamos gran parte del día sentados o con movimientos repetitivos que limitan su apertura. Esta rigidez se traduce en dolor lumbar, tensión pélvica o sensación de bloqueo emocional.

En la práctica de yoga, posturas como Malasana, Baddha Konasana, Ardha Kapotasana o Anjaneyasana ayudan a restaurar la movilidad y el equilibrio natural. Pero más allá del aspecto físico, abrir las caderas invita a una experiencia más profunda: liberar lo que el cuerpo lleva guardando. Ya que las caderas nos conectan con nuestras aguas más profundas: la memoria emocional y el inconsciente.

Cada práctica consciente se convierte en un acto de apertura, de confianza, en un “sí” al movimiento interno de la vida.

Los chakras que habitan en las caderas

A nivel energético, las caderas son hogar de dos centros fundamentales: Muladhara y Svadhisthana.

🌱 Muladhara Chakra – el chakra raíz

Situado en la base de la columna, representa la seguridad, la estabilidad y el enraizamiento. Cuando este centro está equilibrado, nos sentimos sostenidos por la vida, con una base sólida desde la cual movernos. Trabajar la pelvis y el suelo pélvico fortalece este enraizamiento, ayudando a reconectar con la sensación de pertenecer y de confiar.

💧 Svadhisthana Chakra – el chakra sacro

Simbolismo del chakra Svadhistana o Sacro

Ubicado en el bajo vientre, está vinculado con el agua, las emociones, el placer y la creatividad. Este chakra refleja nuestra capacidad de sentir, fluir y disfrutar. Cuando se bloquea, la energía se estanca y puede manifestarse como rigidez, miedo al cambio o desconexión con el cuerpo. Al mover conscientemente las caderas, el flujo vital se restablece, y con él, la conexión con el gozo y la creatividad natural.

🌊 Simbolismo: soltar, recibir y abrir espacio

En el plano simbólico, las caderas representan la capacidad de soltar y de recibir. Son el espacio del gesto creador, del nacimiento, de la rendición y confianza.

Una pelvis cerrada puede reflejar un intento inconsciente de protegernos, de no sentir o de retener el control. Abrirla, en cambio, es una invitación a la entrega, a confiar en la sabiduría del cuerpo y en la vida que se mueve a través de él.

Cada respiración profunda, cada movimiento consciente, es un recordatorio de que la fluidez nace cuando dejamos de resistirnos. En el trabajo con las caderas aprendemos a rendirnos al ritmo interno, a liberar lo que ya no necesitamos y a abrir espacio para lo nuevo.

🌿 Integrar cuerpo, energía y presencia

El trabajo con las caderas es, en esencia, una práctica de apertura, presencia y fluidez desde la raíz. Trabajar esta zona desde el yoga nos lleva a reconectar con lo más básico y lo más sagrado a la vez: el cuerpo que siente, que sostiene y que crea.

Cuando las caderas se abren, el movimiento se vuelve más natural, la energía circula y la práctica se convierte entonces en una un puente entre la tierra y el cielo.

Porque abrir las caderas es abrirte a la vida.

⚕️ Santuario de lo Sagrado

Las caderas son el santuario de la energía vital, el lugar donde la vida pulsa con su fuerza más instintiva y creativa. En ellas habita el fuego que nos impulsa a movernos, a crear, a sentir y a gozar. Cuando están tensas o bloqueadas, esa corriente natural se detiene, y con ella se apaga parte de nuestra alegría y deseo de vivir. Al abrir las caderas con conciencia, el cuerpo recuerda su lenguaje original: el del movimiento fluido, el placer y la conexión con la tierra.

Como se ha explicado, esta zona está vinculada al chakra sacro (Svadhisthana), centro de las emociones, la sensualidad y la creatividad. Es la fuente del gozo, de la intuición y del poder de transformación. Al liberar la energía estancada en las caderas, despierta el flujo vital que nos conecta con lo sagrado del cuerpo, con la capacidad de disfrutar de la existencia.

Cuando permites que esa energía se mueva libremente, la diosa que habita en ti despierta: la fuerza femenina que danza, siente y crea sin miedo. Es un despertar que no tiene que ver con la forma, sino con la presencia; con volver a habitar el cuerpo como templo, con escuchar su sabiduría y rendirte a su poder natural. En el fluir de tus caderas, la vida misma se celebra a través de ti.